Es una de las pocas muestras del románico catalán dentro de la ciudad de Barcelona. Sabemos que su fecha de construcción rondaría el 911 por una placa encontrada dentro, en una tumba de GUIFRÉ II. Las primeras noticias documentadas son del 977 cuando el monasterio estaba regentado por un tal abad Atón. Como estaba a extramuros, era un edificio constantemente atacado por las tropas invasoras, como las de Almanzor que casi lo destruyó provocando la marcha de la comunidad monástica. Desde entonces solo se conservó la iglesia dedicada a San Pablo. En 1096 se iniciaronn las obras de reconstrucción del conjunto, sufriendo otros ataques hasta que la construcción de la segunda muralla medieval en el siglo XIV la ubicó dentro de la ciudad fortificada.
El interior tien de planta de cruz griega con un ábside central y dos absidiolas en la zona de la cabecera, con una cúpula en el transepto y cubierta con bóveda de cañón.
El exterior está decorado con arcos lombardos y ménsulas de diversos tipos con caras humanas, animales fantásticos o elementos fitomórficos.
La fachada tiene una puerta con dos columnas lisas que soportan dos capiteles visigodos de mármol con dibujos circulares. Éstos se unen con una arquivolta muy moldurada. En el centro está el tímpano con Jesús sentado en su trono de forma mayestática y tocado con nimbo crucífero. A ambos lados encontramos a San Pedro y San Pablo. El tetramorfos está ubicado a su alrededor con una frase lapidaria.
El claustro es muy singular ya que contiene una serie de arcos únicos en Europa con formas trilobuladas y pentalobuladas de gran influencia musulmana y decoraciones en forma de dientes de sierra y elementos vegetales que descansan sobre columnas geminadas simples, bases sin decoración y capiteles vegetales de influencia tardorromana corintia. Hay otros capiteles historiados o con representaciones animales. En el perímetro del claustro hay tumbas como las de la familia Bell·lloc.
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