FECHA: 1868-1870.
ARTISTA: Marià Fortuny.
ESTILO: Realismo.
TIPOLOGIA: Pintura costumbrista.
UBICACIÓN: MNAC.
Se encuentra en el MNAC. El marchante de arte ADOLPHE GOUPIL, uno de los más destacados descubridores de los impresionistas europeos, se fijó en la obra de MARIÀ FORTUNY y le propuso instalarse en París con un estudio propio abandonando así temporalmente Roma. GOUPIL se encargó de dar a conocer al pintor catalán entre los burgueses parisinos y un buen ejemplo fue esta obra que una vez acabada fue vendida immediatamente por la entonces escandalosa cifra de 70.000 francos.
Con esta obra FORTUNY nos demuestra la enorme capacidad que tenía de hacer frescos de la sociedad del momento, una pintura de pequeño formato que estaba muy de moda en Francia y llamada de “tableautin” (tableta). Estas pinturas, de reducidas dimensiones y destinada exclusivamente a la burguesía, recibió en España el nombre de pintura de “casacón” (casaca), planteada siempre como un tipo de pintura anecdótica de caire costumbrista y detallista donde salían personajes masculinos vestidos con los susodichos casacones.
Sobre la temática del cuadro decir que es un tema banal. Una pareja se ha casado y han entrado todos en la sacristía para firmar el contrato matrimonial. Utilizaba como inspiración de los personajes, retratos y modelos de familiares directos. El novio, que está firmando es su cuñado y la novia tiene la cara de su cuñada. La mujer que hay al detrás y que departe con ella es la mujer del pintor CECILIA MADRAZO. Aparte de este espíritu retratístico, FORTUNY busca la caricatura goyesca en otros personajes com las figuras masculinas del fondo. Encontramos un hombre, en primer término vestido con un casacón. Al lado del cortejo vemos un grupo separado donde hay sentados un torero, una maja y un penitente, un poco más allà. Al otro lado hay un capellán que habla con un hombre y que nos recuerda una instantánea.
La pincelada libre nos recuerda mucho a GOYA y el espacio está muy bien conseguido. Es muy real en la profundidad con el foco tímido de detrás de la reja y la captación de los detalles decorativos.
Me embauca la atmósfera,el deslumbrante brillo. Refinamiento y picaresca, decadente glamour español que los franceses adoran.
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