16 de octubre de 2011

MARTIRIO DE SANT CUGAT

FECHA: 1502-1507 
ARTISTA: Ainé Bru.
ESTILO: Renacimiento.
TIPOLOGIA: Pintura religiosa.
UBICACIÓN: MNAC. 
RUTA: Ruta 6.

Pertenecía al retablo mayor del monasterio de Sant Cugat de Barcelona. Un retablo que se desmontó a finales del siglo XVIII sin motivo aparente. Se cree que tenía seis pinturas de la vida del santo, con una tabla principal hecha en pintura o escultura y con la imagen central del santo de tipo practicable.  Podemos decir que es una pieza de gran calidad donde destaca el pintor como dibujante y figurista además de introductor de novedades como la expresividad, el volumen y el trabajo de los vestidos, aunque no destaca tanto en la perspectiva. Vemos una gran sensibilidad y capacidad descriptiva. Recuerda mucho a los artistas nórdicos en su afán de diseccionar la realidad. Es una de las pinturas principales del retablo ya que es el momento del martirio, colorido con vivacidad y contundencia cromática. No vemos idealización y plasma la realidad y la crueldad  del momento.
El martirio está representado delante del monasterio tal y como estaba en aquel momento y la iconografía se nos presenta según la versión de la “Leyenda áurea” de JACOPO DE VORAGINE donde dice que Sant Cugat murió degollado y no decapitado. BRU muestra como se desangra el santo cuando el verdugo le tira la cabeza hacia atrás usando el cabello y le corta la yugular con saña, viéndose claramente como brota la sangre. Parece un animal en un matadero porque tiene la mano atada. En el lado derecho de la composición nos encontramos a dos jueces que han sido los que han condenado al santo y que pueden ser retratos de los promotores de la obra ya que son muy realistas. Detrás hay un rostro semicortado que podría ser el autorretrato de BRU. Tiene el cuadro una gran calidad en la textura y en la caída natural de la túnica roja de uno de los jueces. Solamente un artista nórdico haría un martirio así, con este salvajismo cruel pero sin caer en el expresionismo, recreando el martirio sin edulcorantes. Un alarde realista in extremis sería el capazo del verdugo que lleva todas las herramientas necesarias para matar. El perro que está estirado en primer plano representa la fidelidad de Sant Cugat a Dios, ya que murió porque no quiso apostatar de sus creencias cristianas. És un perro muy flamenco, realista, al estilo de VAN EYCK.
La escena superior es un final “feliz” donde se ve la aceptación de su alma recogida por dos ángeles que dentro de una sabana la suben al cielo. Es un buen ejemplo de artista de formación flamenca con  influencia de la pintura italiana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...