CASA PADELLÀS

Se construyó entre 1497 y 1515. Era un edificio que estaba situado en la Calle Mercaders (desaparecida con la apertura de la Via Laietana) que fue trasladado piedra a piedra a este enclave de la Plaça del Rei esquina Carrer Veguer, hacia la década de los 30 del pasado siglo. Cuando se hicieron los cimientos para recolocar la casa en este espacio se descubrieron unos restos romanos y por ese motivos y desde 1943 acoge el Museu d’Història de la Ciutat, que da acceso a este magnífico conjunto romano arqueológico. Pertenecía a un rico comerciante del siglo XVI. Es una construcción a caballo entre los siglos.XV-XVI pero realizada con las constantes de los palacios urbanos de los siglos XIV-XV. El edificio se articula alrededor de un patio con escalera abierta que conduce al piso noble con una galería superior de arcos ojivales sobre finas columnas quatrilobuladas. La composición del conjunto es gótica pero las decoraciones tienen ya un aire renacentista sobre todo en los medallones, escudos y los follajes.

CASA AMATLLER

FECHA: 1898-1900
ARTISTA: Josep Puig i Cadafalch.
ESTILO: Modernismo
TIPOLOGÍA: Edificio civil
RUTA: 3

Es un edificio que está en el Passeig de Gracia de Barcelona, al lado de la famosa Casa Batlló de Gaudí y cerca de la Casa Lléo Morera de Domenech i Montaner, un espacio conocido como la "manzana de la discordia" por la filiación de estas tres obras al modernismo catalán pero cada una de ellas entendida de manera diferente.

Está considerado uno de los edificios donde hace acto de presencia con más fuerza las referencias a la arquitectura medieval europea. La casa ya estaba construida y era una más de l'Eixample sin ningún interés arquitectónico. La decoración externa e interna fue un encargo del rico chocolatero barcelonés Antoni Amatller que quería una especie de palacio gótico urbano con una fachada plana, con un patio interior centralizado y una imponente escalera de acceso a la planta noble. Puig i Cadafalch hizo una profunda remodelación interior y exterior de la construcción original. Las puertas de entrada son asimétricas (al estilo medieval), enlazadas dos de ellas por un Sant Jordi esculpido por Eusebi Arnau. Por toda la fachada, donde también se nota cierta asimetría, vemos una serie de esgrafiados que se unen a la delicada cerámica que ocupa todo el recubrimiento exterior realizado por Torres Mauri y Pujol i Bausis. Los balcones están rematados en hierro forjado por el artesano Manuel Ballarín y la ventana y balcón de la derecha, que están a diferentes niveles, se unen en una decorada balconada donde se ve el entrelazo de la “A” del apellido del chocolatero. Las reminiscencias flamencas son patentes en el acabado triangular de la cornisa en zigzag de la fachada típico de las casas del s.XVIII que bordean los canales de Amsterdam. El vestíbulo es de grandes proporciones ya que estaba pensada para la entrada de carruajes con dos escaleras: una más sencilla destinada a los apartamentos y una más decorada con vidrieras y lámparas que da acceso a la planta noble de los Amatller.