LA CASA DE LES PUNXES

FECHA: 1905

ARTISTA: Josep Puig i Cadafalch

ESTILO: Modernismo

TIPOLOGÍA: Arquitectura civil
UBICACIÓN: Av. Diagonal

RUTA: 5

Es un edificio ubicado en una manzana irregular del Plà Cerdà de la Diagonal de Barcelona. También se llama Casa Terrades porque fue encargada por estas dos hermanas que tenían ese apellido pero coloquialmente se le llama de Les Punxes por los remates en forma de agujas cónicas de clara inspiración nórdica. La intención era unificar tres inmuebles de su propiedad. L’arquitecte, Puig i Cadafalch, ideó un edificio de viviendas con toques medievales europeos con seis  torres en forma de pináculos. La fachana se construyó en ladrillo visto con toda una serie de plafones decorativos hechos en cerámica vidriada con escenas como la de Sant Jordi donde se lee “Sant Patró de Catalunya, torneu-nos la llibertat” (Santo patrón de Cataluña, devuélvenos la libertad), un texto con evidentes reminiscencias nacionalistas. También encontramos una elaborada decoración en piedra con dibujos florales en tribunas y balcones, plenamente modernista. El techo a dos agua también remarca esa tendéncia nórdica buscada por el famoso arquitecto. En 1980 sufrió una profunda reforma.

LA MIGDIADA

FECHA: 1884

ARTISTA: Ramon Martí Alsina

ESTILO: Realismo

TIPOLOGÍA: Pintura costumbrista

UBICACIÓN: MNAC

RUTA: 6

 

Ramon Martí Alsina fue el introductor del realismo pictórico en Cataluña y en España. Fue estudiante en la Escola de Llotja y profesor después en la misma, aunque en 1845 ya se manifestara en contra del academicismo, sobretodo por la gran aportación que los nazarenos estaban realizando en aquel momento. Aunque el siempre lo negó, alguna huella nazarena quedó en su obra y decidió romper con ésta, ubicando su residencia en Mataró y allí iniciando una etapa paisagística. En 1855 viajó a París donde descubrió el realismo de VERNET y COURBET y a su vuelta a Barcelona comenzó a elaborar pintura de paisaje pero hecha íntegramente en el exterior o llamada tambien a “plein air”.

Pero su realismo militante no hizo que olvidase la pintura costumbrista y de corte anecdótico que estaba tan de moda entre la burguesía catalana. “La migdiada” o “La siesta”, que encontramos en el MNAC,era un tema impensable para una pintura académica. La temática que el pintor plantea es la sana costumbre burguesa de hacer una buena siesta en un sillón. Por cierto, un tipo de sillón llamado “confortable” y un poco pasado de moda para las incipientes modas modernistas del momento. Es, por lo tanto, una escena banal que no aporta nada de particular, donde se desprende cierto toque impresionista por la pincelada disuelta y una gran relevancia en el claroscuro tan típico de los realistas franceses.